En nuestro episodio anterior, exploramos los problemas asociados con la interacción sensorial. Hoy, profundizaremos en las respuestas ante alteraciones en esta interacción. Se trata de cómo un individuo experimenta sus sentidos, y lo crucial es reconocer cualquier desequilibrio en estas sensaciones. Identificaremos esas señales evidentes que deben ser consideradas como alertas:
- Una señal de alerta es cuando un niño no reacciona a ruidos fuertes, a diferencia de otros niños. Esto podría indicar una baja respuesta a estímulos auditivos, percibiendo la intensidad del ruido de manera diferente. Estos ruidos fuertes no se provocan intencionalmente; suelen ocurrir de forma repentina. Es vital estar atentos a estas situaciones y comprender su significado.
- Un niño con autismo puede presentar sensibilidades extremas en la visión, audición, tacto, olfato o gusto, ya sean muy intensas o débiles. Estas diferencias se hacen notables en actividades cotidianas como comer o reaccionar a olores, y se contrastan con las de otros niños de su edad, como hermanos o primos.
- Los ruidos normales pueden resultar dolorosos para estos niños, llevándolos a cubrirse los oídos. Este comportamiento, a menudo inesperado, puede ser un indicador de autismo si se observa con suficiente atención. En estos casos, es crucial descartar la presencia de plomo en la sangre mediante análisis bioquímicos, especialmente si el niño reside en hogares antiguos con pinturas que contienen plomo. El exceso de plomo puede provocar síntomas variados, incluyendo dolor abdominal y cefaleas.
- Los niños con autismo también pueden evitar el contacto físico si resulta demasiado estimulante o abrumador. Este comportamiento es otra señal a tener en cuenta.
- Otro indicio puede ser la tendencia a frotar superficies o llevar objetos a la boca con frecuencia, incluso lamerlas.
- La respuesta al dolor en estos niños puede ser excesivamente alta o baja, constituyendo otra señal de alerta.
Es importante destacar que la frecuencia y consistencia de estos comportamientos son claves para el diagnóstico, en comparación con otros niños en su entorno.
Los padres y tutores, quienes generalmente están más tiempo con niños con Trastorno del Espectro Autista, deben estar especialmente atentos a estos signos.
¿Por qué es crucial detectar estas señales temprano? Porque el cuerpo a menudo se defiende solo para evitar alteraciones graves. Detectar estos signos a tiempo es esencial para buscar ayuda profesional, lo que puede cambiar significativamente el curso de la condición.
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