El comportamiento de un niño puede ser un indicativo crucial para detectar señales de autismo. Los problemas de comportamiento que pueden señalar la presencia de Trastorno del Espectro Autista (TEA) incluyen:
- Ataques de Cólera Intensos: Reacciones emocionales extremas y difíciles de controlar.
- Fijación en un Solo Tema o Tarea: Interés obsesivo y exclusivo en actividades específicas.
- Bajo Periodo de Atención: Dificultad para mantener la concentración en diversas actividades.
- Intereses Muy Restringidos: Limitación en la variedad de intereses y actividades.
- Hiperactividad o Excesiva Pasividad: Niveles anormales de energía, ya sea excesiva o insuficiente.
- Agresividad o Autoagresión: Comportamientos que pueden ser dañinos para sí mismos o para otros.
- Necesidad de Inmutabilidad: Gran ansiedad o malestar ante cambios en su entorno o rutina.
- Repetición de Movimientos Corporales: Movimientos como balancearse o aletear las manos repetitivamente.
El lóbulo frontal del cerebro, encargado principalmente de la conducta, puede verse afectado en su desarrollo y conexiones, llevando a comportamientos erráticos o primitivos. Estas alteraciones pueden generar situaciones inesperadas. Identificar tempranamente estas señales de alerta es crucial para buscar asistencia médica adecuada.
Es importante distinguir que, aunque los tumores que comprimen las áreas frontales del cerebro pueden en adultos producir síntomas similares a los psiquiátricos, no están relacionados con el autismo. Este punto resalta la complejidad y relevancia del lóbulo frontal en la regulación del comportamiento.
Además, el gen HOXA1, que juega un papel crítico en el desarrollo de estructuras importantes del cerebro, los nervios craneales, el oído y el esqueleto de la cabeza y el cuello, ha sido asociado con el TEA. Los avances genéticos en este campo permiten anticipar el autismo a través del análisis de datos genéticos no modificados, convirtiéndolos en reportes útiles para la detección temprana. En el próximo episodio hablaré mas de los hallazgos más relevantes.
Doctor José Moya dice: Entender y reconocer estas señales en los niños es vital para padres, cuidadores, docentes y médicos, permitiendo una intervención temprana y efectiva en casos de autismo. En el siguiente ejemplo nos muestra la importancia del saber, si un niño presenta un comportamiento errático, abrazarlo para calmarlo puede ser contraproducente porque además sentirá el contacto físico muy abrumador y lo alterará mucho más.
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