Todo tiene una explicación; para algunos es relevante, mientras que para otros, no lo es. Si te sugieren que la esencia de la vida es simplemente reproducirse y sobrevivir, algunos lo captarán de inmediato, pero otros quizás nunca lo comprendan. A menudo, los eruditos ven un cuerpo humano, geométricamente perfecto y voluptuoso —un deleite visual para muchos— meramente como un conjunto de moléculas y reacciones metabólicas contenidas en una bolsa de agua. ¿Cómo puede alguien que piensa así agradar a los demás, si su perspectiva parece diseñada para desencantar? Probablemente has oído algún refrán aquí y allá; hay uno que describe la vida como un 'peo', un gas, que incluso en su forma coloquial y extraña, tiene una explicación. Somos moléculas organizadas en anillos y espirales, centradas en átomos de carbono, un elemento que también existe en forma gaseosa y que, debido a su pequeñez, cordialidad y capacidad para compartir, es esencial para la vida. Volviendo a lo terrenal, como diría cualquier canción popular, todo se reduce a sexo y supervivencia, y ahora probablemente he captado tu valiosa atención.
Deseo dedicarme completamente a redactar mis reflexiones, a pesar de que me preparé durante varios años para alcanzar una estabilidad con una casa propia, algunos bienes y un vehículo pagado. Sin embargo, la sociedad en la que vivo asegura que nunca se salda completamente ninguna deuda; siempre estamos obligados a proveer dinero, de manera activa o pasiva, para el intercambio hasta el día de nuestra muerte.
Permíteme ofrecerte algunas razones por las cuales vale la pena formar parte de la ecuación que nos permite alcanzar nuestros deseos.
Si recolectas un conjunto de hojas, tallos y polvo de alguna parte del Parque Central en Manhattan y lo examinas bajo un microscopio electrónico, descubrirás los elementos que utilizamos para crear vida. Sin embargo, aún no podemos generar vida a partir de material orgánico descartado; nos faltan esas precisas maquinarias moleculares que elaboran el código de la vida y las condiciones necesarias para su desarrollo.
¿Deberíamos proceder juntos o por separado?
Tomemos el ejemplo molecular mencionado: si inhalas cloruro en forma gaseosa, quemará tus vías respiratorias, y si ingieres sodio en su estado metálico, explotará dentro de tu cuerpo. Sin embargo, cuando estos dos elementos se combinan, forman cloruro de sodio, la sal que añade un sabor especial a nuestros alimentos habituales.
La importancia del carbono para la vida en la Tierra es comparable a la del silicio para la vida extraterrestre. Pero a diferencia del carbono, el silicio no existe en forma gaseosa, no es pequeño ni tan amigable. Es crucial que definamos bien lo que poseemos y lo que no, y que reconozcamos su relevancia.
Vas a dejar de pasar desapercibido para otros, sobre de esos que solo se dirigen a ti para decirte de muchas formas que te apartes porque lo interrumpes. Desde luego si lo deseas, no es obligatorio. Si te sientes bien de otra manera, no tengo ningún problema con eso. Para que existan personas sobresalientes, deben existir muchas personas ordinarias, de lo contrario no se notaría la gran diferencia. ¿Como lo haré?, No te diré como lo haré, simplemente lo haré a travez del conocimiento que adquieres al escucharme y verme las veces que desees hacerlo, no me molestarás que me repitas, me encantará impulsarte a superar el anonimato y te beneficiarás de ello.
Empezaré con decirte que somos una armazón de proteínas, una colección de compuestos orgánicos repletos de carbonos y recibimos un nombre que sirve para identificarnos. Esos carbonos esenciales para vivir, son moléculas pequeñas que contienen neutrones y protones, casi siempre son doce, lo cual le permite adoptar diferentes formas como anillos, espirales, láminas, enlaces, una gran versatilidad que otros moléculas mas grande no pueden obtener. También, nuestras moléculas de carbono necesitan electrones, pero a diferencia de otras moléculas saben vivir solos y a pesar de su necesidad no matan para lograr, donar, adquirir la cantidad de electrones que necesitan como lo hace el cloro y el sodio. El cloro te destruye tu cuerpo si lo respiras en su forma gaseosa y el sodio metálico si se ingiere, explota. El carbono, también quiere más electrones, pero no va a dañarnos ni a matarnos para obtenerlo. Y cuando rompe enlaces con otras moléculas no guarda rencor, porque es amigable. El carbono prefiere unirse a cualquiera porque necesita cuatro electrones extras y utiliza lo que abunda en el medio ambiente en donde vivimos, y al mismo tiempo, hidrógeno, Oxigeno, Fósforo, Nitrógeno, y también a otros átomos de carbonos para formar diversas formas moleculares y eso lo hace ser el preferido siendo el elemento central en las complicadas estructuras que forman nuestra vida. Como la molécula de carbono, es pequeña, amable y le gusta unirse la vida se desarrolla alrededor de el. Por eso los hombres de ciencias consideran la vida basada en el carbono. Si tomamos su ejemplo para saber los beneficios que nos ofrece imitarlo, significa ser dinámicos y versátiles, amables, y unirnos al mismo tiempo a otros para aprovechar nuestros recursos, seríamos tan imprescindibles y geniales como nuestras moléculas que propician la vida. El silicio, por ejemplo es mas esencial para la vida extraterrestre a diferencia del carbono es mas voluminoso, menos versátil, mucho menos amigable y no existe en su estado gaseoso, de manera que la vida se desarrolla a partir de algo sólido.
El carbono que necesitamos en cambio se encuentra flotando en el aire, en forma de CO2, y por si solo contiene 6 protones, 6 neutrones y 6 electrones. Presenta orbitas donde se mueven esos átomos. El busca que todos a su alrededor estén contentos y si todos hacen eso, probablemente obtengan mayores ventajas.
Para entender mejor nuestras moléculas esenciales, Gilbert Newton Lewis quien fue un fisicoquímico estadounidense, famoso por su trabajo sobre la denominada "Estructura de Lewis" o "diagramas de punto". También es recordado por idear el concepto de enlace covalente y por acuñar el término fotón desarrolló diagramas muy útiles para mostrar lo que sabemos en dibujos y nomenclatura afines, creó también los conceptos de ácidos y bases, muy utilizados en las ciencias químicas y bioquímicas. El fue denominado más de cuarenta veces para el premio nobel, pero nunca se lo entregaron, tampoco formó parte del selectivo proyecto Manhattan, muere en su laboratorio experimentando con cianuros. De igual forma en la vida de los seres humanos existen recursos que nos permiten mostrar los resultados logrados y esos recursos abundan cuando aprendes a identificarlos, valorarlos y buscarlos. Eso es exactamente lo que lograremos en ti cuando me escuchas o me ves.
Volviendo al diagrama de Lewis en biología es muy importante, y nos permite mostrar en gráficas como los átomos reaccionan entre si y como regla general terminan cada uno con ocho electrones en su orbita mas externa. Se conoce como la regla del octeto, porque estos átomos necesitan completar sus ocho electrones para interactuar correctamente entre ellos. Por ejemplo el átomo de oxígeno en su orbital mas externo posee seis electrones y desde luego necesita dos por lo que obtenemos H dos O, es decir agua. Pero también puede enlazarse al carbono, que necesita cuatro electrones más en su orbital mas externo, ya que el posee solo cuatro electrones, por lo que con dos enlaces dobles con dos átomos de oxígeno diferente se obtiene el C O dos (CO2), que es ese gas que necesitan todas las plantas para vivir. Y en el caso del átomo de nitrógeno que tiene cinco electrones en su orbita más externa, y es como cuando entramos a un lugar vacío, cada uno se sienta lejos del otro, y los electrones mantienen una separación entre ellos y solo se unen cuando no les queda más espacio, para lograr tener sus ocho electrones se enlaza con tres átomos de hidrógeno y forman amoniaco o con dos hidrógenos que conforman un grupos aminos que cuando se unen a otro carbono tienes un grupo carboxílico y ya allí tienes un amino ácido.
Si lo que acabo de explicar sucede dentro de nosotros sin nuestro consentimiento y su resultado nos permite vivir nuestra propia vida, porque no imitar esos procesos, conocer las reglas para alcanzar el equilibrio y mantenernos continuamente para crear habilidades que nos benefician.
Lo anterior son ejemplos de lo que logras al oírme y verme, mientras aprendes de lo que no es obvio, reflexionas y pones en práctica las razones que acontecen a medida que creas la habilidad de mejorar tu propia calidad de vida y la de otros al compartirla.
Mejorado:
Si escuchas lo que te diré, ya no pasarás inadvertido para aquellos que solo se dirigen a ti para pedirte que te apartes porque los interrumpes. Por supuesto, el cambio es opcional. Si te sientes cómodo de otra manera, respeto completamente tu elección. Sin embargo, para que existan personas destacadas, también deben existir muchas personas comunes; de otro modo, no se notaría la diferencia. ¿Cómo lo lograré? No te diré exactamente cómo, simplemente lo haré mediante el conocimiento que adquieres al escucharme y verme las veces que elijas hacerlo. No me importa que me repitas; al contrario, me entusiasma impulsarte a superar el anonimato, y te aseguro que te beneficiarás de ello.
Comenzaré explicándote que somos estructuras compuestas por proteínas, un conjunto de compuestos orgánicos llenos de carbono. Estos carbonos, vitales para la vida, son moléculas pequeñas que contienen neutrones y protones, usualmente doce, lo que les permite adoptar diversas formas como anillos, espirales y enlaces, mostrando una versatilidad que otras moléculas más grandes no pueden alcanzar. Nuestras moléculas de carbono necesitan electrones, pero a diferencia de otras, pueden existir de forma independiente. A pesar de su necesidad, no recurren a la violencia para obtenerlos, como lo hacen el cloro o el sodio, los cuales destruyen tu cuerpo si lo inhalas o ingieres en su estado sólido respectivamente, sin embargo juntos, conforman la sal que le da sabor a algunos alimentos. El carbono también busca más electrones, pero no nos daña ni nos mata para conseguirlos. Cuando se separa de otras moléculas, lo hace sin resentimientos porque es amigable. Prefiere unirse a otros porque necesita cuatro electrones adicionales, y utiliza lo que abunda en el ambiente para formar diversas estructuras moleculares. Esto lo convierte en el elemento central de las complejas estructuras que constituyen nuestra vida. Al igual que la molécula de carbono, si aprendemos a ser dinámicos, versátiles y colaborativos, nos volveremos tan imprescindibles como las moléculas que propician la vida.
Para entender mejor nuestras moléculas esenciales, Gilbert Newton Lewis, un destacado fisicoquímico estadounidense, desarrolló los diagramas de Lewis, que son muy útiles para representar lo que conocemos sobre los átomos en dibujos y nomenclatura. Aunque fue nominado más de cuarenta veces al premio Nobel y nunca ganó, ni participó en el proyecto Manhattan, su legado en la ciencia es indiscutible. Al igual que en la vida de los seres humanos, existen recursos que podemos aprender a identificar, valorar y buscar independientemente del reconocimientos de otros. Eso es precisamente lo que lograrás al escucharme y verme.
Los diagramas de Lewis en biología son fundamentales para mostrar cómo los átomos reaccionan entre sí y cómo, por regla general, terminan cada uno con ocho electrones en su órbita más externa, conocida como la regla del octeto. Por ejemplo, el átomo de oxígeno en su órbita más externa posee seis electrones y necesita dos más para obtener agua, H2O. El carbono, que necesita cuatro electrones adicionales, se enlaza mediante dos dobles enlaces con dos átomos de oxígeno diferentes, formando CO2, un gas esencial para la vida de las plantas. El nitrógeno, con cinco electrones en su órbita más externa, se enlaza con tres átomos de hidrógeno para formar amoniaco o con dos hidrógenos para crear grupos amino, que al unirse a otro carbono forman un aminoácido mientras cumplen la regla de obtener con interacción los ocho electrones en su orbita más externa que le brinda la estabilidad deseada.
Lo que he explicado ocurre dentro de nosotros sin nuestro consentimiento y permite que vivamos. ¿Por qué no imitar estos procesos, conocer las reglas para alcanzar el equilibrio y mantenernos en continuo desarrollo para crear habilidades que nos beneficien?
Estos son ejemplos de lo que lograrás al escucharme en mi podcast y observarme en videos, mientras aprendes sobre lo que no es obvio, reflexionas y aplicas las razones que surgen a medida que desarrollas la habilidad de mejorar tu propia calidad de vida y la de otros al compartirla.
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